Chile no sólo quiere ofrecer cielos despejados a la comunidad astronómica internacional para que instale sus enormes ojos al cielo. En los últimos años las universidades también han comenzado a potenciar el desarrollo de instrumental para esos mismos equipos y ya se están comenzando a ver resultados.
Es así como el complejo de radiotelescopios ALMA incorporará detectores desarrollados en gran parte por el Laboratorio de Radiofrecuencias del CATA (Centro de Excelencia de Astrofísica y Tecnologías Afines), que funciona en dependencias del Departamento de Astronomía de la U de Chile*. Este es un proyecto basal de Conicyt* que reúne además a astrónomos e ingenieros de las Ues Católica* y de Concepción*.
Cuando se observa en el espectro submilimétrico la atmósfera es opaca y absorbe gran parte de la luz, pero hay pequeñas bandas por donde esa energía se cuela y justamente para detectarlas se fabrican estos aparatos. “Son como una especie de ojos que son capaces de detectar la luz que entra a través de la atmósfera a una frecuencia determinada. Hay 10 bandas y nosotros nos comprometimos a fabricar la banda 1. Estamos trabajando en el prototipo y si ALMA los acepta, los mandarán a hacer para sus 66 antenas”, destaca María Teresa Ruiz, directora del CATA.
“Es la primera contribución chilena importante al proyecto ALMA. Además están participando en el desarrollo de otra banda, la número 5, por lo tanto se trata de un esfuerzo interesante, destaca Eduardo Hardy, representante en Chile de la parte estadounidense de ALMA.
Hardy destaca que Astronomía de la Universidad de Chile está trabajando en estrecha colaboración con Ingeniería Eléctrica del mismo plantel, para lo cual se ha creado un laboratorio de instrumentación milimétrica (los radiotelescopios captan ondas milimétricas muy parecidas a la luz que emiten los microondas) y un programa de doctorado en Ingeniería Eléctrica con mención en instrumentación astronómica.
La experiencia ya rinde frutos. María Teresa Ruiz destaca que como han hecho alianzas con otros países como Corea y el Reino Unido los ingenieros del proyecto se han pasado por el mundo para aprender las técnicas nacionales y eso les ha traído un beneficio adicional, ya que han ganado la confianza para trabajar con estos equipos internacionales.
En la Universidad Católica, en tanto, están felices con su primer espectroscopio hecho en casa, que ya tienen instalado en su telescopio de Santa Martina. “Es el primer instrumento astronómico chileno que ya está funcionando en un telescopio”, destaca Leonardo Vanzi, quien desde hace cinco años es encargado del área de instrumentación del centro de Astroingeniería de ese plantel, una colaboración de Astrofísica e Ingeniería.
El instrumento, que apareció destacado en la revista de la Royal Astronomical Society, permite realizar un análisis de la luz de un astro, que es recolectada por el telescopio.
El material del que está compuesto está en gran parte hecho en Chile, asegura. “Todo lo que pudimos hacer se fabricó acá. La parte mecánica se desarrolló en los talleres de la universidad, mientras que los componentes ópticos y el detector se compraron afuera”.
Ahora están trabajando en tecnología similar pero más compleja para proyectos más grandes. “No estamos hablando de un VLT o Gemini. Ahí es necesario trabajar mediante consorcios o colaboraciones grandes.
“Podemos dar pasos importantes, pero es necesario poner mucha energía en ello. Son instrumentos muy caros tanto en términos de equipamiento como de los recursos humanos que son necesarios para diseñarlos, construirlos y ocuparlos”.
Aparte del desarrollo de equipos de espectrografía, en la U. Católica también están trabajando en soluciones relacionadas con la óptica adaptativa, que permite corregir el efecto de la atmósfera en los telescopios. “Estamos desarrollando sistemas de control y análisis de los aparatos y también de procesamiento de datos”.
Más allá de astrónomos, el desarrollo y manejo de este instrumental requerirá de técnicos. El Colegio de Ingenieros justamente ofrecerá desde esta semana un ciclo de encuentros dirigidos a la comunidad, relacionados con las áreas de Chile donde más se requiere su presencia y la astronomía está incluida en la jornada prevista para el próximo 17 de octubre a las 16.30 horas.
Software de control
La Universidad Federico Santa María mantiene un proyecto colaborativo con el radiotelescopio ALMA que tiene que ver con el desarrollo de software. “Está relacionado con todo el manejo de los telescopios”, destaca Eduardo Hardy.
* Todas estas instituciones son socias de REUNA.